2018-01-02

Tres días restan para terminar 2017, año que quedará marcado en nuestra historia con cicatrices difíciles de olvidar por las pérdidas humanas y los estragos económicos causados por fenómenos naturales incontrolables con los que la naturaleza nos puso a prueba una vez más. De él recibimos enseñanzas y aprendizajes que nos permitieron poner en su justa dimensión la fortaleza de nuestra Gran Nación, lo mucho que hemos logrado avanzar en prevención de desastres y protección civil, y desde luego la grandeza del ser y sentir de nuestra identidad nacional, manifiesta en acciones de solidaridad social que causan admiración entre los habitantes de muchos países, incluso de los más desarrollados.

2017 también nos dejó momentos de enorme alegría tanto a nivel personal como social.

Pudimos ser testigos de las bondades de nuevos avances en el conocimiento patentes en tecnologías capaces de salvar vidas, de crear entornos más amigables con el medio ambiente y de permitirnos el acceso inmediato a la información y al conocimiento universal en segundos.



En el presente año nuestro país supo afrontar con dignidad los retos implícitos en la difícil vecindad con la administración actual de los Estados Unidos, y en el concierto internacional nuestra presencia mantuvo el liderazgo que hemos logrado recuperar en la actual administración. México logró crecer de manera histórica en la generación de empleos y en mejores niveles de atención en nuestras instituciones de seguridad social; pudimos cubrir prácticamente en su totalidad la demanda educativa de las nuevas generaciones a nivel elemental y medio; y nuestra esperanza de vida ascendió. El campo mexicano retomó su camino de productividad; el turismo se consolidó como una actividad económica eminente; y nuestras exportaciones lograron sostenerse en un nivel aceptable, comportamiento económico también presente en el consumo interno.



En 2017 luchamos intensamente por alcanzar mejores estándares de transparencia y rendición de cuentas, por el respeto a las diferencias y a la inclusión social así como a la biodiversidad y la dignidad animal, por el acato irrestricto a los derechos humanos de niños, niñas, mujeres y hombres que son víctimas de algún delito y ven violentada su integridad personal; en fin, trabajamos con entusiasmo por alcanzar un Estado de Derecho acorde con el marco jurídico que ordena y regula nuestra convivencia social.



Nuestros principales pendientes se encuentran en el alcance de mejores niveles de seguridad y paz social que demandamos quienes amamos a México; en lograr una distribución más equitativa de la riqueza que produce nuestro país, y en un crecimiento sostenido que nos permita generar las condiciones de igualdad de oportunidades en educación que exige el siglo XXI.



Recibimos 2018 con esperanza renovada, conscientes de que la grandeza de México implica tener confianza en nosotros mismos, sabedores de que somos capaces de enfrentar cualquier reto si permanecemos unidos en torno a un diálogo permanente y respetuoso, sin que prevalezcan descalificaciones mezquinas resultado de personas y grupos que privilegian el interés personal por encima del colectivo.



En 2018, nuestro país y nuestra vida democrática se pondrán a prueba con un proceso electoral inédito por el número de autoridades que elegiremos y que nos representarán en muy diversos ámbitos de la administración pública federal, estatal y municipal. Ascienden a 3,416 y si añadimos síndicos y regidores a más de 18 mil. En el ámbito federal votaremos por el Presidente de la República y por la renovación total de los integrantes del Congreso de la Unión: 500 diputados federales y 128 senadores, y en el local decidiremos con nuestro voto quienes asumirán la responsabilidad de gobernar ocho estados de la República: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, así como el Jefe de Gobierno, diputados y 16 alcaldes que sustituirán a los actuales delegados de la Ciudad de México. Excepto en los estados de Quintana Roo, Coahuila y Tamaulipas serán renovados los Congresos, y habrá elecciones en más de dos mil alcaldías en las entidades federativas.



Uno de nuestros principales desafíos que nos depara el año que inicia es estar a la altura que demandan unos comicios electorales tan complejos. Tenemos seis meses para preparar una decisión razonada después de escuchar las propuestas de las distintas coaliciones, partidos políticos y candidatos independientes. Seamos valientes y sinceros, valoremos en conciencia cuál es la mejor alternativa para México, para nuestras familias, amigos y vecinos; juzguemos lo que es posible cumplir y lo que son simples promesas de campaña imposibles de hacer realidad. Hagamos de nuestros derechos electorales una realidad.



México requiere de hombres y mujeres capaces de dirigir el rumbo del país con conocimientos y transparencia y hacer del servicio público y del oficio de gobierno una profesión digna.



Muchos más retos enfrentaremos en 2018, pero lo haremos con la certeza de que México es un país de instituciones sólidas con la capacidad de solventar con eficiencia su futuro.

Los cimientos están puestos, emprendamos las acciones necesarias para hacer realidad los proyectos que nos hemos propuesto, muchos de ellos muy ambiciosos pero necesarios para mantener a México en la vanguardia económica y social del mundo.

Despedimos 2017 agradeciéndole la experiencia de vida que nos permitió adquirir, y recibimos 2018 con gran entusiasmo deseando que llegue lleno de salud y de trabajo, así como de paz y desarrollo para todos los que formamos parte de nuestra Gran Nación.
Bienvenido sea pues 2018.