Yo espero que no, que nunca, que jamás, a Rocío Nahle, conste, no la Gobernadora, alguien se haya atrevido a pedirle “moche” de su nómina.
Sí, lamentablemente es una práctica común y muy corriente en las oficinas gubernamentales…
Todavía hasta el pasado gobierno, en la secretaría de Turismo, a una conocida le aplicaron la tajada de su sueldo… y cuando con el nuevo gobierno se pensaba que esto era ya cosa del pasado, no… se mantiene… ahí está vigente, latente, resistiéndose a dos esencias que impulsa el Gobierno de Nahle: Honestidad y Mujeres.
Aquí no son empleadas o empleados los que se quejan del actuar del jefe de Prensa de la Secretaría de Salud, Francisco Reséndiz; aparte de ello, son amigos, conocidos, de quienes sabemos de su profesionalismo y entrega cuando se trata de trabajo.
Fueron despedidos por el Jefe de Prensa, Francisco Reséndiz, porque se negaron a dar “el moche” de la nómina, así, en abierto, a lo cara de perro, y como le dijeron que no, la pasada semana les dio las gracias.
El asunto no concluye allí… a las mujeres que laboraban, las indicaciones fueron tres cositas:
Además de la mitad de la nómina, la orden era entregarle los viáticos ¡y llevar a las giras traje de baño!
Ah! Y si se pregunta de dónde salió Francisco Reséndiz, pues de la Ciudad de México… ¿Cómo llegó a Veracruz?
No por el titular de Salud, Valentín Herrera Alarcón, sino por Juan Pablo Uribe, quien funge como “Encargado del Área de Apoyo del Director General”... así dice el Directorio.
A Juan Pablo lo trajo el titular de Salud, Valentín Herrera; Juan Pablo trajo a Francisco Reséndiz, a quien entre las despedidas señalan por violencia de género y acoso laboral.
Y si bien, Francisco Reséndiz ya se escudó diciendo que no hubo despidos, sino fin de contrato, pues qué creen… le están mintiendo al secretario de Salud…