Las elecciones para presidentes municipales a celebrarse en un año son un gran reto para todos los actores, aunque con diferente perspectiva para cada uno de ellos…

Por ejemplo, para Morena, su reto está en superar los 130 municipios que Gobierna sin contar los que en el chapulineo, saltaron en la reciente elección por la Gubernatura… ¡Vamos! En una de ésas, apostarle a pintar de guinda casi todo el estado que en sí, ya lo está cuando gobierna más del 50 por ciento de los municipios.

¿Y saben qué partido ocupa el segundo lugar gobernando municipios? El PRI con 22 sin contar los que a lo largo de cuatro años fueron perdiendo tras la contienda del 2021.

Es aquí donde la perspectiva puede ser diferente para el otrora partidazo. Siendo optimistas como gustan serlo, es seguro que su discurso sea triunfalista y la mejor apuesta sería “mantener” los 22 que “tienen” e incrementar su número… Siendo realistas, el panorama puede ser desalentador si nos enfocamos al menos a tres municipios que pueden ser sus Joyas de la Corona: Orizaba, Cosoleacaque y Perote.

Si nos atenemos a la última elección, hace ya un mes, como que no pinta la cosa nada bien no sólo para el otrora partidazo, sino para quien aspire a ser su abanderado… En Orizaba, el único candidato que podría hacerle frente a Morena ya es alcalde, y la opción sería poner a un miembro de su Club de Ricos y Sabrosos con tal de mantener en su poder esta Joyita chayotera, y que entienda el teje y maneje de una de las administraciones municipales más exitosas durante más de una década… aunque eso, Morena ya lo tiene en la figura del diputado electo del Palíndromo forzado: Igor Rojí.

En Cosoleacaque la opción es más simple pero que eso no signifique solución. Hoy gobierna Pony Vázquez Parissi y el relevo “natural” sería Cirilo… el asunto es que sería “oootra vez los mismos?”

Quizás por eso tanto en Orizaba como en Cosoleacaque, sus alcaldes han optado por ser políticamente correctos y prepararse para la fiesta democrática del 2025… de Morena.

¿Y Perote? Qué priísta con tamaño podrá hacer frente a la marea guinda del 2025 para tratar de mantener la joya (de bisutería, pero joya) que tiene el último gran priísta del que se ufanan muchos militantes. Yo tengo uno, pero no creo que quiera: Pepe Yunes.

Al final, no serán Pepe ni Pony ni Diez Francos quienes enfrenten la realidad del 2025. El resultado que sea, se la ha de comer toda, todita la elección, el Fofo Ramírez ya con una clara visión de lo que será su partido en el 2027.