*Que la decisión no sea unilateral y no se venda la idea de regreso voluntario a las aulas escolares; puede utilizarse la tecnología para educar a los niños y jóvenes.
El Sindicato Independiente de Trabajadores del Telebachillerato y Servicios Educativos (SITTEBA) insistió en realizar una consulta ciudadana en torno al regreso a clases presenciales y que la decisión no sea unilateral y se “venda la idea” de regreso voluntario a las aulas escolares.
En un documento titulado “Seguimiento al tema regreso a clases ¿Se debe regresar a clases presenciales?” difundido entre sus agremiados y a la opinión pública, hacen un análisis del acuerdo número 23/08/21, publicado en el Diario Oficial de la Federación con fecha 20 de agosto del año en curso, por el que se establecen diversas disposiciones para el desarrollo del ciclo escolar 2021-2022 y reanudar las actividades del servicio público educativo de forma presencial, responsable y ordenada, y dar cumplimiento a los planes y programas de estudio de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), normal y demás para la formación de maestros de educación básica aplicables a toda la República, se destaca que no se está atendiendo como corresponde la situación sanitaria provocada por la pandemia del SARS CoV-2.
“Reconocer la gravedad de la situación no es suficiente, es necesario realizar acciones contundentes y congruentes con lo que el Estado mismo considera enfermedad grave con atención prioritaria”, de ahí la importancia de garantizar el cumplimiento del derecho no solo a la educación, sino también a la salud, que es una cuestión prioritaria y que las autoridades deben velar.
Refiere el documento que lo que llaman “motivaciones” son más bien necedades, pues en medio de un gobierno que se pronuncia como demócrata, las decisiones prioritarias como la salud se vuelven unilaterales, al determinar; “corresponde al Estado la rectoría de la Educación, y el Estado priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el acceso, permanencia y participación em los servicios educativos”.
También destaca el hecho de que las escuelas “inmuebles” no hayan estado siendo ocupadas, no implicó que la educación se detuviera, que con la presencia física de alumnos y maestros no garantía, ni sucede de manera mágica el logro de su aprendizaje.
Por tal motivo, se demanda que las acciones e intenciones del gobierno se centren en fortalecer las necesidades que se tienen de frente, cómo hacer posible que las clases lleguen a las y los educandos, dando respuesta a las necesidades imperantes de seguir educando en medio de una pandemia, enfatizando que la educación llegue, no que los niños y jóvenes vayan, poniéndolos a merced de una enfermedad grave.
En ese tenor, se hace un llamado para que el gobierno asuma su responsabilidad de garantizar la educación y salud al mismo tiempo. “Hoy no se trata solo de los docentes que ya fueron inmunizados, sino de quienes asistirán a las escuelas, los niños y jóvenes quienes representan familias enteras que aún no han sido vacunados”, se añade en el documento.
No se niegan a retornar a clases presenciales,
pero se requiere que la población este vacunada
De entrada, se indica que no se niegan en retornar a clases presenciales, pero que para ello se requiere que la población esté vacunada, que el semáforo epidemiológico se mantenga en verde por lo menos cuatro semanas consecutivas, por lo que se solicita al Gobernador del Estado poner atención al semáforo epidemiológico por regiones y responder en consecuencia, donde se consideren las estadísticas de quiénes están siendo atendidos en sus hogares.
Se enfatiza que es mentira que la vacuna previene; protege y disminuye el riesgo de muerte, pero no es garantía, en este caso, los únicos que están “protegidos” son los docentes, quienes son solo una parte de la comunidad escolar.
Por tal motivo, se considera que estos son tiempos de construir y después de esta pandemia la educación no sebe ser y que no puede reducir a clases en un inmueble, por lo que el gobierno debería estar planeando la manera de generar recursos y medios para llegar hasta donde el alumnado esté. En pleno siglo XXI con la tecnología a un clic, solo falta voluntad de querer asumir el riesgo y dejar de jugar a vender la imagen de un gobierno del pueblo y para el pueblo. No basta limpiar escuelas, dotar de kits de limpieza, hace falta dar respuesta real a la necesidad actual, donde la educación rebasa paredes y la salud sea prioridad, refiere.
En ese entendido, señala, “aún no es tiempo de regresar a las aulas, de lo que sí es tiempo es de vislumbrar una nueva concepción sobre la educación y la escuela (como inmueble). Es tiempo de mirar hacia nuevas posibilidades de la instrucción educativa a través de las tecnologías y dejar de empecinarse en el regreso a clases presenciales que podría acabar en tragedia, pues hoy día los contagios más fuertes y comunes ya no se dan en los adultos y adultos mayores, sino en jóvenes y niños, que no están aún inmunizados.
“En este pico de la tercera ola en el mes de agosto, cada vez hay más niños y jóvenes con casos graves y muerte que la Secretaría de Salud reporta como “baja mortalidad” 60,000 niños y adolescentes contagiados y 600 muertos. No debería morir ningún niño más”, se señala.
Y justifica su postura de no regresar a clases, porque no está inmunizada ni el 80% de la población, ni los jóvenes y niños; la mayoría de las escuelas en nuestro país y estado no cuentan con los requerimientos necesarios: como agua potable y espacios amplios y ventilados; un kit de limpieza proporcionado por la Secretaría de Educación, la cual resulta una ofensa ante necesidades reales y serias. Hoy un tapete, gel y jabón no son suficientes.
Los niños y jóvenes no inmunizados aumentan el riesgo DE llevar el virus de casa a la escuela y viceversa, lo que generaría que al enfermar no pudieran ser atendidos por saturación de hospitales como ocurrió en olas anteriores, se añade.
Conscientes que el aislamiento deteriora las habilidades sociales, sin embargo, la vida en este momento es prioridad, de ahí la importancia de poner énfasis en el fortalecimiento de la infraestructura tecnología para garantizar la educación de los 2 millones 374 mil 409 alumnos que conforman el estado de Veracruz y de los 142 mil 105 docentes (estatales y federales) cuenten con las herramientas y medios e infraestructura para llegar a sus alumnos, se menciona por último.