XALAPA, Ver., agosto de 2022.- Productores nacionales de café avizoran graves riesgos para la cosecha del ciclo 2022-2023, en donde se prevé sean castigados con precios bajos en comparación con el ciclo 2021-2022, en donde se tuvieron un incremento significativo del kilogramo de café cereza, aseguró Fernando Celis Callejas, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
En entrevista, dijo que a unas semanas de que inicie la cosecha del aromático grano, se pronostica serias afectaciones en los precios de la rubiácea, derivados de la baja de precios en la Bolsa del Café de Nueva York; la disminución de los diferenciales positivos de los cafés mexicanos de exportación y la apreciación del peso ante el dólar, impactando severamente en el precio que se les pagara a los productores.
en una baja de los precios del café pergamino al no tener precios remunerativos.
Recordó que en la pasada cosecha 2021-2022, tan solo en el café pergamino se tuvieron precios remunerativos para el quintal de este producto, que se pagó a un promedio de 4 mil 200 pesos y en la cosecha que se avecina, se prevé pagarse entre 3 mil 200 y 3 mil 500 pesos.
Destacó que la baja de los precios en la Bolsa de Café de Nueva York influye de manera significativa la recesión económica en varios países, la fortaleza del dólar y los altos precios de los alimentos y gasolinas, que llevarían a un menor consumo de café a nivel mundial.
Además, admitió que, si los precios de futuro no han bajado más, se debe a las expectativas de afectaciones climatológicas por heladas y sequía en Brasil, aunque dijo, ya se está pasando el periodo de posibles heladas y si no continúa la sequía, será difícil que se sostengan los precios que en los últimos meses se han estado moviendo alrededor de los 220 dólares las 100 libras.
Por cuanto hace a la disminución de los diferenciales positivos (precio en físico por arriba de la Bolsa del café) de los cafés mexicanos de exportación, dijo que el llamado Fob Laredo, que sería la mayor parte del café que se exporta a los Estados Unidos, bajo casi 9 dólares las 100 libras en las últimas semanas. En la cosecha pasada este café paso de venderse de +27 dólares por arroba de la Bolsa a unos 42.40 dólares a finales de julio.
Dijo que a fines de semana éste se colocaba a unos 33.50 dólares por arriba de la Bolsa y se debió a la menor producción por afectaciones de lluvias en Colombia y Honduras. La escasez y los bajos inventarios de estos cafés está llevando a que los llamados cafés “semilavados” de Brasil, que tienen menor precio estén sustituyendo a cafés lavados de México, Honduras y Nicaragua y otros que tienen menor precio comparado con los de Colombia, Costa Rica y Guatemala.
En ese sentido, señaló que el Fon Laredo es uno de los más afectados y las compañías que manejan las exportaciones no les preocupan esto, porque les pasan la baja de precio a los productores y las secretarías de Economía y Sader, tampoco intervienen pese al reclamo de los productores.
Este problema, dijo, viene del esquema de comercialización de café que han impuesto las grandes compañías, que no pagan más por la calidad y se tiene un café más revuelto y con más verdes y pasados de maduros. “Solo un pago más diferenciado por la calidad del café puede romper el ciclo vicioso de que buena parte del café mexicano se exporta a menores precios”, añadió.
Respecto a la apreciación del peso mexicano (menos pesos por dólar) ante el dólar, expone que conforma a la inflación en México, el tipo de cambio debería estar en no menos de los 22 pesos por dólares, pero se ha movido más en alrededor de los 20 por dólar.
El dirigente cafetalero admitió que poco se puede hacer en México ante el manejo especulativo y disfuncional de la Bolsa del Café para descubrir precios adecuados y también con la misma política economía que se ha seguido en las últimas décadas en nuestro país de querer controlar la inflación con aumentos de las tasas de interés y apreciación del peso ante el dólar.
Ante esta situación pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador, obligue a los secretarios de Agricultura y Economía a que escuchen al sector productor y se acuerden cambios en el esquema de comercialización del café que hay en nuestro país. Desde el sector productos hay que concentrarse más en la aplicación de medidas que lleven a mejorar los diferenciales positivos del café mexicano de exportación y del que se consume en nuestro país, además de que no se apliquen los grandes compradores excesivos montos por gastos de comercialización y utilidades.
“Es necesario que el gobierno federal cambie su política generalizante de que todas las organizaciones han hecho mal uso de los recursos fiscales y apoyar a las asociaciones de productores de café para que tengan una mayor producción y mejores sus condiciones de comercialización en marcados de mayores precios”, concluyó.