XALAPA, Ver., 02 de mayo de 2024.- Erick leonardo Flores Arena, hombre transgénero, adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se manifestó pacíficamente frente a las instalaciones de la Contraloría General del Estado, al considerar que su trabajo está en riesgo por la determinación que tome la Dirección General de Responsabilidades Administrativas de esta institución o lo absuelve de las falsas acusaciones que le imputaron.

Acompañado de integrantes de la comunidad de la diversidad sexual, el activista dio a conocer que desde hace nueve años enfrenta la discriminación y hostigamiento sexual por parte de sus compañeros de trabajo, cuando estaba adscrito a la Dirección General de Tránsito y Seguridad Vial del Estado.

Por tal motivo, pidió su cambio de adscripción a las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública, en donde a partir de junio de 2023 enfrentó la misma situación, por lo que pidió la intervención del órgano de control interno, y su caso fue remitido a la Dirección General de Responsabilidades Administrativas de la Contraloría General del Estado.

Explicó que este jueves fue citado para una audiencia en donde se daría lectura de la resolución del plan 037/2023, y dependerá de la oficina mencionada si hace valer los infundios de las personas que lo acusan con falsedad, de inmediato sería cesado de su trabajo.

 

 

Sin embargo, dijo que si se toman en cuenta las 21 pruebas aportadas, ganamos el incidente y soy absuelto de esas falsas acusaciones, consistentes en que se le ha acusado con falsedad, de violencia de género, de acoso sexual, del robo de un alcoholímetro, de abandonar el trabajo, de firmar listas de asistencia en días que no se presentó a laborar, entre otros.

“Es una cuestión sistemática de violencia que no se detienen; lo que ellos buscan es que me separe de la institución, es una persecución laboral que vengo paeciendo desde 2019 a la fecha”, añadió el activista.

Expresó que lo que pide es que cese el acoso, “el hostigamiento sexual en mi contra, que se capacite al personal, porque se ha capacitado al personal, pero muestran mucha resistencia, hay mucho discurso de odio al interior de las propias áreas, al menos de mi persona”

“Jamás han respetado mi identidad, se refieren a mi como loca, trastornada, como una persona que no sabe lo que quiere, que debería ir a un psiquiátrico, que les causo asco, que les causo vergüenza, que soy mala imagen para la institución, incluso en algún momento mis actividades fueron de salir a campo a capacitar a escuelas e instituciones con compañeros y compañera y posteriormente, al hacer mi cambio de identidad de género me castigaron, realizando únicamente actividades de escritorio”, abundó.