XALAPA, Ver., noviembre de 2023.-  Productores de café de la región de Coatepec cerrarán el 2023 con una drástica baja de precios y problemas por la maduración del café cereza, derivado del cambio climático que se padece, por lo que exigieron a los gobierno estatal y federal la entrega de fertilizantes y una compensación para hacer frente a esta situación de no menor a los diez mil pesos por productor. 

En conferencia de prensa, los cafetaleros tomaron como referencia los apoyos que se otorgan a los productores del maíz y frijol, pues a este sector se le ha marginado y al parecer la tendencia del Estado Mexicano es a desaparecerlos, porque trabajan con métodos más artesanales. 

Denunciaron que el problema que enfrentan detrás de eso están las grandes compañías comercializadoras e industrializadoras de café que les aplican de manera abusiva “la baja que se tiene en la bolsa también a los cafés arábigos lavados”. 

“Detrás del castigo a los cafetaleros están compañías transnacionales como Nestlé, Jab, Starbucks y otras, así como las grandes comercializadoras ECOM, Neumann Volkafé y otras, que castigan los precios al productor, haciendo insostenible está actividad primaria, indicaron. 

Al respecto, Fernando Celis Callejas asesor general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) e integrante del Consejo Regional del Café de la Zona de Coatepec dio a conocer que, en lo que respecta a los precios, en los últimos días se han pagado en la región de 6.00 a 7.50 pesos el kilogramo de café cereza. 

Además, refirió que el quintal de café pergamino convencional lo están pagando en no más de 2 mil 100 pesos (36.50 pesos el kilo), teniéndose una baja de más del 50% en términos reales, lo cual si se toma en consideración el aumento de precio de los alimentos, insumos y costo del corte del café, no tienen ningún margen de utilidad. 

Expuso que comparativamente con la cosecha antepasada, que se pagó el kilogramo de café cereza en aproximadamente 15 pesos y 4 mil 200 pesos el quintal de pergamino convencional, en este año, las pérdidas son cuantiosas, por lo que se prefiere no cosecharlo y dejarlo en las plantas. 

Estimo que conforme avance la cosecha, las compañías podrían aumentar la tarifa y pagar hasta 8.50 pesos el kilo de cereza, pues argumentan que la culpa de la baja de los precios, e derivan de las tarifas aplicadas en la Bolsa del Café y por la apreciación del peso ante el dólar, cuestión que no es creíble, porque lo que buscan son mayores ganancias con poca inversión. 

El dirigente cafetalero recordó que los precios en la Bolsa subieron en el 2021 por las afectaciones provocadas por las sequías y heladas en Brasil; en la cosecha de este año se recuperó parte de las pérdidas; actualmente se tienen las floraciones de una cosecha que se prevé, será mayor. 

Explicó que los especuladores en la Bolsa se guían por la producción y exportaciones de Brasil, pero estas son de cafés naturales que tienen menores precios. La mayor parte de la producción de café en México es de arábiga pergaminizado que se corta a mano y tiene un mayor costo de producción”, expresó. 

De este café se ha reducido la producción de unos 46 millones de sacos a un poco más de 41 millones y el fin de semana la Organización Internacional del Café anunció que las exportaciones de este café se redujeron en 4.5 millones de sacos en el ciclo 2022-23. “¿Por qué bajan entonces los precios de este café si hay menor oferta? ¿Deberían estar subiendo?”, cuestionó. 

Manifestó su pesar porque los gobiernos de los países productores ni siquiera se coordinan para defender los intereses de los productores de estos cafés y en México los funcionarios de la Secretaría de Agricultura de Desarrollo Social (Sader) que llevan la política cafetalera no han convocado una reunión con el sector productor para revisar la situación que esgrave. 

“Desde el sector productor debe hacerse un gran esfuerzo por promover que se busque una referencia diferente a la Bolsa para que se tengan mejores precios para los productores. Una posibilidad debería ser que se consideren los precios del consumo interno que no han bajado y que son menores gastos de comercialización”, dijo por último.