Coatzacoalcos, Ver., 24 de septiembre de 2022.- Por qué los olmecas se establecieron y desarrollaron en una zona selvática, cuánta gente necesitaron para trasladar grandes bloques de basalto desde la sierra de Los Tuxtlas y aplicar 8 millones de m3 de relleno en San Lorenzo, además de quiénes vivían en el Palacio Rojo, fueron algunas dudas despejadas durante la disertación Esplendor olmeca: Antiguos habitantes de la selva tropical, de la doctora Virginia Arieta Baizabal.
En este segundo día de Cumbre Olmeca, la investigadora del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana explicó que en primera instancia esta civilización vivía en estrecho vínculo con su entorno y había mucho más que cabezas colosales; “hay que entender a la sociedad olmeca como varios grupos que si bien se conocían no fueron contemporáneos”, lo cual puede apreciarse claramente en la escuela escultórica distinta entre San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes.
Sobre por qué los olmecas eligieron lugares riesgosos para asentarse, “ellos conocían las crisis que representaban estos lugares pues, contrario a lo que se pensaba, la selva provee mayor disponibilidad y diversidad de recursos, proteínas de origen animal y comunicación fluvial. Esta poca tierra alta hace que sea seguro para los sitios”.
La arqueóloga destacó el modo de subsistencia y establecimiento, revelando que el principal recurso no era el maíz sino los tubérculos, mientras que la arquitectura monumental puede ser observada en la construcción de la meseta donde estuvo San Lorenzo, ¡más de ocho millones de metros cúbicos de relleno transportado a lo largo de 800 años!
“Lo anterior da cuenta de la mano de obra, organización de la población, el gobierno y el control necesario porque sabían que ese lugar era estratégico por seguridad, control y alimentación”; dijo al resaltar que el asentamiento tuvo 770 hectáreas, equivalentes a 122 veces el Estadio Azteca; en volumen de 7 a 8 millones m³, es siete veces la Pirámide del Sol de Teotihuacán.
Arieta Baizabal confirmó que las pruebas identifican a San Lorenzo (1200 al 100 a. C.) como la primera urbe de Mesoamérica con 93 conjuntos habitacionales en mil 313 metros cuadrados, 480 viviendas aisladas y una población de 12 mil habitantes. Recordó que la arqueología más joven es la olmeca y ello obedece al entorno, “porque no es nada fácil excavar e investigar en un ambiente tropical, de pantano y a donde sólo es posible ir en temporada de sequía”.
Desde el Centro de Convenciones de Coatzacoalcos, agradeció al Gobierno del Estado y en especial a la Secretaría de Turismo y Cultura el hecho de realizar esta Cumbre Olmeca, misma que promueve el patrimonio biocultural pero sobre todo la identidad de los pueblos originarios.
“Quienes habitamos en el sur de Veracruz tenemos la responsabilidad de cuidar uno de los sitios más importante de Mesoamérica y el mundo por ser el primero en varios aspectos, y esto sólo se logra mediante la corresponsabilidad de Gobierno, la Academia y principalmente la sociedad. Tenemos que actuar responsablemente y promover al sur de Veracruz de manera sustentable”.
El subsecretario de Promoción y Atención Turística de la SECTUR, Héctor Aguilera Lira, entregó el reconocimiento por su participación, preservación y revalorizar nuestra Cultura Madre a la egresada de la UV como arqueóloga, con maestría en Estudios Mesoamericanos y doctorado en Antropología con especialidad en Arqueología, ambos grados por la Universidad Nacional Autónoma de México.