*El gobierno era dueño de la mitad de los ingenios
*Productores extranjeros de fructosa saldrían favorecidos
(Continuidad de nuestro artículo del “17 Aniversario de la mega marcha cañera 2005)
Después del 27 de julio de 2005, que se efectuó la Mega Marcha Cañera, fue un evento que marcó precedente de los triunfos más notables del siglo XXI, fueron días de lucha en los 15 estados productores de caña de azúcar, fueron meses de reuniones de líderes cañeros con diputados y senadores, las cuales se estuvieron realizando en las oficinas de la UNPCA y otras sedes, incluso hubo bloqueos de protesta en las oficinas de las Delegaciones federales de la entonces SAGARPA, en todos los estados donde se produce caña de azúcar, hubo plantones en la Cámara de Diputados; se organizaron movilizaciones en la ciudad de México y zonas cañeras del país, para exigir a los legisladores “sacar una ley de la agroindustria azucarera”, ya que la situación de los cañeros era muy delicada y podría convertirse en un grave conflicto social detonando la violencia. Por eso le exigían al Ejecutivo federal (Vicente Fox) que rectificara su decisión.
Por otra parte, cabe señalar que el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) estableció la obligación para los Estados Unidos de Norteamérica de dar entrada a los excedentes de azúcar mexicana. Eso no se había cumplido. Para los productores mexicanos no había acceso. Los estadounidenses siempre protegen a sus productores de fructuosa y no les importaban los acuerdos firmados.
Y esa actitud unilateral provocó un desequilibrio en el sector azucarero mexicano. Sus excedentes no tenían mercado.
Ante ese sombrío panorama el Senado intervino.
Y nos remontamos hasta el 2002 donde se aprobó un impuesto especial del 20 por ciento a todas las bebidas con fructuosa. Estados Unidos, violó los acuerdos del TLC y ocasionó el problema, se indignó con la medida e interpuso una controversia dentro de la OMC.
Asimismo, como elemento adicional, en el 2003 el gobierno mexicano expropió cuatro grupos azucareros con 27 ingenios. Se dio un plazo de 18 meses para vender los activos equivalentes al 52 por ciento de la producción nacional de azúcar. La venta no prosperó. El Decreto vigente hasta enero de 2005, calificaba al sector azucarero como de interés público. Es decir, estorbaba el remate del sector.
Ante este panorama, salta a la vista la urgencia del Ejecutivo para expedir el nuevo Decreto para hacer a un lado a los cañeros nacionales y para hacer atractiva la industria azucarera a los capitales extranjeros, entre los cuales, casualmente, se encontraba Coca Cola, empresa con fuertes vínculos con Vicente Fox.
Desde antes que se abrogara el Decreto, integrantes de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar denunciaron la medida. Sabían que la decisión dejaría en estado de indefensión a los pequeños y medianos productores de caña, y a la industria mexicana en general. Con tiempo se alertó sobre los peligros.
Nada le importó al gobierno foxista. En enero publicó el Decreto que afectaba el interés público de la industria cañera. Con esto Vicente Fox, de nuevo traicionó los intereses nacionales, pues abiertamente favorecía al capital extranjero y con ello quedaba claro que “sólo buscaba el beneficio de las transnacionales”, principalmente las refresqueras, porque al parecer, la Coca Cola “era la patrona incuestionable del presidente de la República”.
El Decreto abrogado beneficiaba a 440 mil productores de caña y a un universo de cuatro millones de personas relacionadas con esa actividad productiva que se desarrolla en 227 municipios de 15 estados de la República.
La decisión traicionaba a los mexicanos porque el gobierno era dueño de la mitad de los ingenios y al gobierno no le importaba quebrar a esta importante industria que tenía en sus manos.
Continuará…….
NOTA: Las fotos corresponden a la concentración en el Monumento de la Revolución en la ciudad de México, donde antes de las 7 de la mañana, comenzó la mega marcha del 27 de julio de 2005, encabezada por los líderes cañeros nacionales como principales protagonistas: Daniel Pérez Valdés y Carlos Blackaller Ayala, con diputados federales y 2 senadoras veracruzanas, por citar algunos, pero miles de personas participantes, mostraron músculo ante el gobierno foxista. (fotos Rosa Maria Galindo).